El cambio climático es un gran problema mundial. Desde hace algunos años la sequía ha afectado gravemente unos lugares, y no hay más remedio que buscar maneras raras de luchar contra la sequía y preservar el vital líquido almacenado en sus embalses.
Una de las medidas es que se han lanzado más de 90 millones de bolas negras sobre un lago de la ciudad para crear capa que no deja pasar los rayos del sol, a las bolas también se le ha llamado “bolas de sombra”.
Las millones de bolas negras de plástico, que no superan los 36 centavos cada una, están diseñadas para ayudar a proteger el agua contra el polvo, la lluvia, los productos químicos y la vida silvestre, así como prevenir que más de 1.135 millones de litros de aguan se evaporen cada año. Con esta cantidad de agua se puede abastecer a 8.100 personas durante todo un año.